MI RINCONCITO II-Mi viejo amigo.


MI RINCONCITO II-Mi viejo amigo.

Uffffff…otra vez este insomnio…el demonio me ha retado a una batalla la cual he ganado, la victoria es dulce sabor amargo.

Estoy tan débil, bueno, es normal, carezco de muchas cosas aquí, es un lujo poder aun despertar, porque constantemente ella me asfixia del cuello, tan fuerte que me deja sin aire, muchas veces inconsciente, sus manos frías me duelen; sin embargo, en algún momento sé que me darán paz y tranquilidad.

La primavera está cerca, lo puedo oler, otra primavera que pasare aquí. Extraño aquellos campos de oro lustroso, esos capullos que nacen el 23, ese aroma a tierra mojada tan penetrante, los gorriones trinando encima de las ramas de aquel viejo amigo.

Mi viejo amigo, el ser, al cual compuse varias melodías, al que me meció en sus brazos fuertes cuando era niña, el que jugaba conmigo, el que escuchó en silencio mis angustias e impotencias…recuerdo que, sin necesidad de hablar, mecías tus brazos haciéndome saber, que todo estará bien. Admiro tu grandeza, tú que albergas cientos de vidas, tu imponente fuerza, tú el único de tu especie en una tierra de don nadie, tú bien parado en aquel lugar solitario y yo peleando batalla tras batalla consumiendo las partes de mi cuerpo para sobrevivir.

Viejo amigo, perdóname por abandonarte tan solo, también me he abandonado, mi mente divaga de paraje en paraje, te cuento que a veces, no logro recordar mi nombre…es inútil…lo he intentado. Pobre de ti y de mí, tu llevas más de medio siglo yo un cuarto de siglo, a mí los años me marchita y a ti las estaciones te dejan sin hojas, compartimos el mismo enemigo. Tu vivirás y yo seré tu abono; pero me he quedado con lo más bonito, con lo más dulce, con la belleza de tu verdor, con la belleza de tus flores amarillas, con tu frescura, con tu energía.

¡Bab! ¡bab! la realidad es que este hueco huele a esta dama silente, un olor particularmente oscuro no, no… otro día hablaremos de eso.

Mi frágil memoria aún recuerda el eclipse, si, aquí abajo, también suceden eclipses.

                                                                                                                          Madeimoselle Illakilla.

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